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| Nita Aspiazu De Balda. 2018 |
Tras la Revolución, la familia real fue encerrada en la Torre del Temple y allí María Teresa fue testigo de como su padre, después su madre y luego su tía, fueron desapareciendo no volviendo a verlos jamás, enterándose después que habían sido guillotinados. También fue separada de su hermano, el que hubiera sido Luis XVII, abandonado en otra planta de la torre y dejado morir.
María Teresa superó estás duras condiciones apoyándose en una profunda religiosidad, en el ejemplo y consejos de su padre (por quien sentía gran admiración) y en la digna y regia actitud heredada de su madre. Tras esta dura prueba, tampoco gozó de una vida fácil, tanto en el exilio como en las veces que pisó Francia durante la Restauración.
La novela se articula en forma de carta autobiografía de María Teresa a su sobrino, extendiéndose hasta la muerte de ésta. Cuenta además con una excelente ambientación, especialmente en los detalles costumbristas y psicológicos, pues consigue retratar tanto la época que vivió la protagonista como el carácter y los pensamientos de María Teresa. Para ello, la autora se ha apoyado en una sólida y extensa documentación que ha sabido manejar con precisión, inteligencia, elegancia y profundidad.
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