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| Charlotte Link.1989 |
Segunda parte de la trilogía La Estación de las Tormentas, (reseñada el 7 de septiembre de 2021), aunque la novela puede leerse de manera independiente, pues la autora va haciendo aclaraciones sobre los personajes o hechos a medida que se van sucediendo. Sin embargo, a la protagonista Felicia, hay que conocerla desde el principio.
La novela nos sitúa en el ascenso de Hitler al poder, con los problemas que empiezan a tener los judíos y con la sombra que empieza a vislumbrarse de la Segunda Guerra Mundial.
Felicia sigue siendo el personaje central: calculadora, egocéntrica, fuerte, luchadora, inteligente, fría y timón de la familia. Junto a ella están sus dos hijas: Belle y Susanne. Belle es una actriz con una personalidad parecida a su madre y Susanne es completamente distinta. Ambas tienen en común el deseo y añoranza de una madre cariñosa, puesto que Felicia está más centrada en sus negocios que en ellas.
Esta carencia de afecto y atención influirá en la personalidad de las hijas, en su manera de actuar y en la toma de decisiones. A lo largo de sus vidas percibirán en más de una ocasión la falta de cariño de su madre.
Felicia sigue volcada en sus negocios y en conservar Lulinn, la casa familiar en la Prusia Oriental, como si ambas cosas fuesen lo único que necesita una familia para mantenerse unida.
Siendo Felicia un personaje valiente y entregado, que no duda en ayudar a sus amigos a costa de su propia seguridad, olvida sin embargo a los más cercanos, hasta que ya es demasiado tarde.
Charlotte Link describe el ambiente de preguerra y de guerra con tensión, resaltando el miedo, la confusión, el terror... los personajes están bien definidos, pero se hecha en falta cierto calor humano en ellos.
