DE ACUERDO, JEEVES

P. G. Wodehouse. 1934

Esta es la segunda novela protagonizada por Jeeves y Bertie Wooster y mi primera incursión el la obra de P. G. Wodehouse. Seguro que no será la última, pues estoy como loca por continuar con el resto de las novelas de este prolífico escritor, que hasta el mismo día de su muerte le pilló con la pluma entre las manos. 

De acuerdo, Jeeves es un obra para leer por puro deleite y disfrute, pues como bien dijo el propio John Le Carré "es un libro para recordar lo divertido que es leer".

Wodehouse opinaba que la escritura debía disfrutarse, no analizarse y, a lo largo de su vida de escritor, dedicó todo su esfuerzo a arrancar todas las sonrisas que pudiera. 

Sus novelas son el resultado de un espíritu bondadoso y su humor no es fruto de la malicia sino de esa bondad que vuelca en sus personajes, haciéndoles gentiles y conmovedoramente frágiles y compasivos.

La novela está contada en primera persona por el propio Bertie, quien se entromete en los asuntos amorosos de dos de sus amigos de universidad que andan revueltos y que, a pesar de su buena disposición, acaban por complicarse más por su entrometimiento. Menos mal que Jeeves, su sensato ayuda de cámara, lo acaba resolviendo todo.

Nos encontramos con una historia divertidísima, llena de sarcasmo, ironía, amores, meteduras de pata... y humor,  mucho humor.

BIENVENIDOS A HIGH RISING

Angela Thirkell. 1933

Esta es la primera novela cómica de Angela Thirkell. Ambientada en el condado de Barsetshire (lugar ficticio que tomó prestado de A. Trollope), localización en la que sitúa también una monumental saga, entre las que se encuentran novelas como Fresas Silvestres, ya reseñada anteriormente (13 de abril de 2020).

Gracias a su talento satírico y a una prodigiosa habilidad para tejer y destejer tramas sentimentales, la autora puede considerarse una de las mejores cronistas de la vida de las clases acomodadas y los pequeños terratenientes de la campiña inglesa.

La protagonista es Laura Morland, una "divina necia" como la llama su editor. Laura es una escritora de libros mediocres, pero con mucha tirada. No tiene más remedio que escribir ya que se queda viuda muy joven y tiene que sacar adelante a sus cuatro hijos. Actualmente, sólo vive con ella su hijo pequeño Tony, un parlanchín de doce años apasionado de los trenes.

En High Rising tiene una casa de campo donde se retira en época de vacaciones. Allí iremos conociendo a vecinos y amigos a través de nuestra encantadora protagonista.

Pequeñas intrigas provincianas tendrán cabida junto con el pulular de personajes y situaciones divertidas, donde Laura tendrá que mediar y tratar de devolver la paz y la normalidad a High Rising.

LA MADONA DE LOS COCHES CAMA

Maurice Dekobra. 1925.

Estamos ante una desinhibida y temprana novela de espías (pues este género no despegó hasta la Segunda Guerra Mundial), mezclada además con una trama de amores prohibidos y de engaños, con guiños a la novela de aventuras, donde el humor está presente en todas sus páginas.

Dekobra echa mano en ocasiones a su faceta de reportero internacional y pone en boca de sus personajes reflexiones un tanto cínicas sobre la política mundial del momento, revelándose su crítica visión del bolcheviquismo.

Lady Diana Wynham y el príncipe Gérard Séliman son los protagonistas de esta novela. La primera es una viuda aristócrata y arruinada; el segundo es su secretario que ofrece sus servicios gratuitamente para salir del tedio en el que vive.

Lady Wynham, viéndose en la ruina, decide explotar el yacimiento petrolífero que su marido adquirió tiempo antes de morir. La cosa se complica porque dicho yacimiento se encuentra en la Rusia bolchevique. Séliman deberá acudir en representación de la dama para conseguir los preciados permisos de explotación que la sacarían de la bancarrota. Esta sencilla tarea, se convertirá en una alocada y disparata aventura con crímenes, triángulos amorosos, viajes en el Orient Express, conspiraciones, encarcelamientos, rescates y reencuentros inesperados.

Como nota curiosa, el escritor eligió como seudónimo Dekobra (dos cobras), nombre con el que sería conocido en todo el mundo, por un encuentro con un encantador de serpientes en Nepal, siendo el primer reportero reconvertido en escritor. La novela lo catapultó a la fama, vendiendo millones de ejemplares en todo el mundo, surgiendo el término "dekobrismo" para referirse a la forma en que mezclaba los elementos propios del periodismo y con los de la ficción realista.

La novela está magistralmente escrita y contiene diálogos ingeniosos, resultando muy divertida e inesperada. 

PATRICIA BRENT, SOLTERONA

Herbert George Jenkins. 1918.

Patricia Brent es una joven de veinticuatro años. Marcha a Londres tras la muerte de su padre, ya que no soporta vivir con "la única pariente viva" que le queda: su mojigata y metomentodo tía Adelaida. 

En Londres, encuentra trabajo como secretaria de un aspirante a político  y vive en la Pensión Galvin, rodeada de un corrillo de viejas cotillas y chismosas.

Con una vida aburrida y carente de emociones, Patricia un día escucha que en la pensión la tachan de solterona y la critican por ello. Ese comentario enciende una chispa de orgullo dentro de ella que la llevará a elaborar una farsa: la invención de un prometido. Así se inicia un enredo cada vez más intrincado.

Patricia Brent, solterona es todo un clásico que se encuentra a medio camino entre novela de crítica social y la comedia de enredo. Narrado con una prosa cuidada, unas descripciones precisas y un estilo depurado y ágil, resulta una trama jovial, ingeniosa y encantadora. Dandi lugar a una novela divertida e incluso sarcástica que se lee con gusto.