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| Edith Eger. 2017 |
Eger tenía dieciséis años cuando los alemanes invadieron Hungría. Fue deportada a Auschwitz junto con su familia. Allí sus padres fueron gaseados y Eger logró permanecer y sobrevivir junto a su hermana mayor, Magda.
Eger vio como se truncaba su futuro como gimnasta olímpica y bailarina, pero bailar El Danubio Azul para Mengele salvó su vida y a partir de ahí luchará por sobrevivir, primero en varios campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia comunista y finalmente en EEUU, a donde consiguió emigrar.
La bailarina de Auschwitz cuenta la historia de una mujer real que sobrevivió al horror nazi y al horror comunista, pero que no logró sobreponerse hasta que escribió este libro, ya casi con noventa años.
El libro está dividido en tres partes:
- En la primera, Eger cuenta su vida antes de la guerra y su despertar a la adolescencia, luego como la guerra que cambió su vida para siempre y su supervivencia hasta su salvación.
- En la segunda, narra su vida como superviviente adaptándose a la vida cargando con un profundo trauma.
- Y en la tercera, cuenta como consigue la curación interior gracias a su trabajo como psicóloga clínica. Con su ayuda a los demás, Eger irá cerrando sus cicatrices.
La protagonista consiguió sobrevivir gracias a unas palabras que su madre le dijo antes de separarse y que grabó a fuego en su cabeza: "nadie puede quitarte lo que pones en tu mente". Luego, ya en su madurez, ahondará en esta premisa: "no podemos decidir una vida sin dolor pero podemos decidir ser libres" .
Su proceso de curación comenzó al conocer la obra del famoso psiquiatra Viktor Frankl: "El hombre en busca de sentido". Viktor también estuvo en Auschwitz y, como ella, sobrevivió. En palabras del psiquiatra "al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas - la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias - para decidir su propio camino". Este encuentro entre los dos supervivientes dará lugar a una profunda amistad entre ambos.
Con su testimonio, Eger muestra una vida de superación, perdón y rectificación. Da importancia al poder del amor, la supremacía de la libertad interior y del dolor como medio que da sentido a la propia vida.
