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| Josephine Tey. 1950 |
Amar y ser sabio es la tercera novela (y una de las mejores), que Tey escribió con su famoso personaje como protagonista, el inspector de Scotland Yard, Alan Grant.
La narración comienza con Alan Grant acudiendo a una fiesta literaria en Bloomsbury, el barrio bohemio de Londres. Grant ha quedado en ir allí para recoger a su amiga Marta Hallard y llevarla a cenar. Esta actriz está dotada de una gran discreción y cierto instinto dadas sus observaciones inteligentes, que servirán de ayuda a Grant para ver el caso que le ocupa desde distintas perspectivas, con un toque de intuición femenina.
En la citada fiesta, el inspector y su amiga conocen a un joven desconcertantemente apuesto: Leslie Searle. El joven es invitado a Villa Graciosa, la casa de campo de una escritora de éxito en el típico pueblecito inglés ocupado por artistas y escritores famosos londinenses. Allí Leslie desaparece sin dejar rastro y es aquí donde el inspector Grant y su intuición tendrán que desentrañar tan misteriosa ausencia.
Lo que me encanta de la escritora son las descripciones de las personalidades de sus personajes, de sus mentalidades, de sus motivaciones y ambigüedades. Demuestra con ello una gran comprensión de la naturaleza humana, y todo narrado con su habitual ingenio y toques de humor.
La autora consigue mantener la intriga hasta el final ofreciéndonos una lectura ágil y agradable.
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