FLORES EN LA TORMENTA

Laura Kinsale.1992

Maddy es una niña sencilla y modesta, educada en la moral cuáquera de la Inglaterra del s. XIX.  El duque de Jervaulx, por el contrario, es frívolo y libertino pero con una gran inteligencia matemática. Es imposible que ambos personajes congenien, pero las circunstancias harán que así sea. 

Jervaulx sufre una embolia y, tomado por loco, lo ingresan en un manicomio. Tiene paralizados parte del cuerpo y del cerebro, por lo que habla y se mueve con dificultad. Maddy, que ya conocía al duque (pues éste y su padre resolvían retos matemáticos), será su enfermera en el manicomio y pronto descubre que no está loco sino enfermo y que poco a poco puede recuperarse... Pero hay intereses para que el duque no vuelva a ver la luz del día.

Maddy será la única capaz de devolver a Jervaulx a la vida y éste, a su vez, descubrirá que, bajo el puritanismo y la sencillez de una niña, hay una fuerte personalidad capaz de cambiarle a mejor.

El libro tiene dos partes diferenciadas: la que transcurre en el manicomio y la huida del mismo. La primera, me ha gustado más, debido a la complejidad que supone meterte en la confusa cabeza del duque. Es angustiante. Te sientes atrapado por el protagonista en su dificultad para expresarse y hacerse entender, él mismo esta desorientado y no sabe que le pasa. Los actos, pensamientos y el desarrollo de la historia van mas allá de las palabras, consiguiendo aprisionar el corazón hasta caer agotado.

La segunda parte se hace mas larga e introduce demasiada sensualidad que aporta poco a la narración. Además, se palpa el empeño (algo forzado) de la autora por que las cosas no salgan bien, para retorcer un poco más el rizo.

La escritora pretende reflejar la mentalidad de la época, que encasillaba todas las enfermedades cerebrales en locura y derivaba en la exclusión social. Toda la historia se narra sin prisas, no hay diálogos ingenuos, en favor de la intensidad de las zozobras interiores de los protagonistas.