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| Grazia Deledda.1915 |
La autora sitúa la escena en su Cerdeña natal y narra la trágica relación entre Mariana Sirca y Simón. Mariana tiene un tío al que ha cuidado abnegadamente y, tras su muerte, ha dejado a ésta en una situación bastante acomodada. Simón había sido el criado en la casa de Mariana, pero ahora se ha convertido en bandolero.
G. Deledda hace un retrato psicológico muy profundo de la protagonista, de sus estados de ánimo, sus silencios, sus pensamientos, su dolor, su espera... La profundidad de la espera queda espectacularmente narrada, esa intranquilidad que conlleva la permanencia solitaria, esa que todos los espíritus elevados alguna vez han vivido: "un intenso deseo de soledad la instaba a encerrarse durante días enteros en su habitación, a buscar los rincones más tranquilos de su casa: o bien vagaba por acá y allá, huyendo de sí misma sin conseguirlo. [...] Tenía sed, pero no podía beber, tenía sueño, pero no podía dormir".
La novela se desarrolla pausadamente, un poco lenta al principio hasta que nos asalta la agobiante espera...
La naturaleza, como un personaje más, acompaña y secunda los estados de ánimo de Mariana. Todo queda descrito con magnífica precisión y una prosa muy poética.
Parece que la escritora va degustando las palabras una a una, para darles un significado pleno que encierra todo el ser de los personajes y de la naturaleza, expuestos de manera verosímil dando como resultado una historia intemporal. ¿Quién no ha sentido alguna vez la angustia y la soledad en la espera?
Me parece supeinteresante esta novela sobre la soledad,cada vez más asentada en nuestra sociedad, producto de un individualismo cada vez más creciente
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