Margery Sharp. 1930 |
Ann es la pequeña de los tres hijos de la familia Laventie, una familia adinerada, un poco snob y pedante, que cultiva círculos intelectuales y de pensamientos un poco liberales.
En cambio, Ann se siente distinta. Le gusta el arte, la belleza, la rutina y la sencillez de la vida. Es campestre, disfruta de la vida rural y de los encuentros con sus bulliciosos vecinos. Todo esto lo lleva en silencio, pues cree no estar a la altura de su familia, a la cual adora y la considera perfecta. Pero, por más que lo intenta, sus intereses y su felicidad van por otros caminos diferentes a los de su familia.
Finalmente, una serie de acontecimientos le hacen salir de este marco familiar, y seguir su propia voz...
Sharp narra una historia muy agradable y costumbrista, con mucho sentido del humor y con un personaje cálido y tierno. Gracias a todo esto, resulta una lectura amena, reconfortante y acogedora, que nos enseña que lo extraordinario muchas veces está en las cosas pequeñas, pero hay que saber descubrirlo.