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2 de septiembre de 2019

LA SUBLIME PUERTA

Jesús Sánchez Adalid
Jesús Sánchez Adalid. 2005
Novela que sigue a la títulada El Cautivo, del mismo autor y ya reseñada en este blog. En este caso, continuamos con las hazañas de Luis María de Monroy, joven soldado que nos situará esta vez en pleno Imperio Otomano, durante el siglo XVI. 
Luis María es hecho esclavo en el sitio de la isla de Gelves y, a partir de este acontecimiento, inicia un recorrido que le llevará a Constantinopla y a Malta. Sus dotes musicales y su inteligencia hacen que su cautiverio sea más llevadero, pues sus amos turcos valoran tanto su talento musical como su sensibilidad hacia estas artes. Allí, en Estambul, se convertirá en una pieza clave dentro de la red de espionaje cristiana, vivirá situaciones complejas y peligrosas.
Una vez conseguida la libertad, se le otorga el grado de capitán de arcabuceros en Malta donde, gracias a su labor de espionaje, tuvo lugar una importante victoria de la flota cristiana contra los turcos.
Sánchez Adalid vuelve a cautivar con su escritura al retratar de manera extraordinaria las vivencias de Luis María de Monroy, además de hacer creíble ese período complejo, pues consigue ponerse en la mentalidad de las gentes del siglo XVI. Para lograrlo, el autor se ha documentado exhaustivamente, como lo demuestra la nota histórica al final de la novela, y emplea con acierto un lenguaje propio de la época trasladándonos al lugar y el momento de los hechos narrados.
Me quedo con una reflexión del protagonista sobre el ser cautivo: "al fin y al cabo, de una manera u otra, todos somos cautivos. No de grillos y cadenas si no de cuantas circunstancias nos tocan en suerte. Cautiva la nascencia, porque no es escogida, mas aceptada es principio de libertad. Cautivan las ilusiones que apresan las voluntades en la vana sombra de los sueños. Cautiva el amor, que nos hace esclavos de las amadas personas... Peor es ser cautivo uno del futuro, que es incierto, falaz e indomeñable (...). No nos hace cautivo lo que nos sucede, sino lo que imaginamos que sucede (...).  La máxima tentación es ver en los males el sentido de esta pesarosa vida".
Ahí dejo esto....

2 comentarios:

  1. Me parece muy realista y vitalista la reseña que apuntas del libro sobre la cautividad. Es para leer y releer más de una vez y en más de una ocasión. Muchas gracias

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    1. Sí, es para tenerlo en la cabeza y darle vueltas de vez en cuando. Lo relaciono con la libertad interior que nadie nos puede arrebatar que ya comenté en otro libro ya reseñado, La bailarina de Auschwitz.

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